La alimentación en verano
En estos días en los que tanto calor está haciendo es posible que el apetito disminuya de manera considerable. Es normal, pero debemos seguir manteniendo un orden en nuestras comidas y evitar saltarnos ninguna. Si tenemos menos hambre, es preferible hacer comidas más ligeras, pero mantener el número de comidas diarias.
Lo más importante en verano es estar hidratados, aumentar la ingesta de agua ya que el organismo pierde más agua con el calor. Como mínimo es recomendable beber dos litros de agua al día, aunque esta cantidad varía mucho ya que depende de cada persona y de la actividad física que realice, entre otras cosas.
Por otro lado, es importante la ingesta de fruta y verdura ya que es ligera y aporta agua, vitaminas y minerales.
Como hemos dicho, es preferible hacer comidas más ligeras y nutritivas, que nos aporten energía, pero no sean copiosas.
Por último, es normal en verano salir a comer de manera más habitual, por ello es importante aprender a comer bien también fuera de casa. Está bien disfrutar de estas comidas pero siempre con control y sin olvidar nuestros hábitos alimenticios.