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COVID
Desde hace más de dos años la población mundial se enfrenta a una de las pandemias más duras en su historia causada por el COVID. Si echamos la vista atrás, en nuestro país no hemos sufrido un golpe tan duro desde la denominada Fiebre Española que, pese a no haberse originado en España, entre 1918 y 1920, acabó con más de 8.000.000 de personas infectadas y 300.000 fallecidos.
Desde hace 2 años, (bien lo sabemos en Owl Funcional Fitness) venimos tomando medidas de higiene, distanciamiento, aislamiento social contra este virus, unas veces acertadas, otras no tanto. Hasta ahora, nos hemos vacunado, nos hemos separado y hemos higienizado al máximo nuestro entorno. No queremos insinuar que estas medidas no fueran acertadas, lo han sido y lo son, pero, ¿es esto sostenible en el tiempo? ¿Qué más podemos hacer para poner barreras a estas enfermedades como el COVID? Desde el punto de vista de la actividad física, hemos cometido un error, hemos reducido nuestro movimiento, el tiempo que pasamos entrenando, paseando, haciendo deporte o exponiéndonos al sol.
Infinidad de estudios científicos relacionan la práctica de actividad física o deporte con una mejora de la respuesta inmune y con la esperanza de vida. A través del ejercicio físico mejoramos nuestra respuesta inmune general, por ello, introducir 1 hora de entrenamiento o actividad física en nuestra rutina diaria, va a ser un pilar importantísimo para mejorar nuestras defensas, junto con una nutrición y un descanso suficiente, equilibrado y adecuado.
Si hablamos del caso concreto que nos atañe; el Covid, las respuestas de nuestro cuerpo al contagio que más cabe remarcar son las siguientes:
– La actividad física puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias. Esto puede reducir las probabilidades de contraer un resfriado, gripe u otra enfermedad de respiratoria, esto se produce por el aumento de la ventilación que de forma natural expulsa elementos que no deben estar en nuestras vías respiratorias, mismo mecanismo que el del estornudo.
– El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los leucocitos. Los leucocitos son las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades mediante los anticuerpos, unas proteínas que neutralizan las bacterias y agentes externos. Estos anticuerpos y leucocitos circulan más rápidamente con la práctica habitual de ejercicio, así que pueden detectar y combatir enfermedades de manera mas efectiva.
– La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano. Esta elevación en la temperatura puede ayudar al cuerpo a combatir mejor una infección, similar a lo que sucede cuando uno tiene fiebre.
– El ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés como el cortisol y la epinefrina. Algo de estrés incrementa las probabilidades de que se presente una infección. Disminuir las hormonas del estrés puede proteger contra enfermedades.
Incorporando a nuestra rutina diaria la realización de actividad física nos aseguramos salir beneficiados frente a resfriados, gripes o, también, el Covid, Además unido a la protección de vacunas, respuestas inmunitarias naturales que produce nuestro cuerpo frente a diversas enfermedades, una alimentación sana y un descanso adecuado, nuestro sistema inmunitario se verá reforzado frente a todas estas enfermedades.
El aumento de la práctica deportiva en todos los rangos de población, no pueden ser si no, un grandísimo e indispensable aliado para que tanto ahora, como en un futuro, seamos una especie más resistente a los “ataques” de los patógenos que existen y seguirán existiendo. Movernos y mantenernos activos es parte fundamental de preparar una respuesta inmune que mejore nuestra calidad de vida.
No lo dudes. Sé más activo, sé más saludable, sé más fuerte.
